03

Entre titulares y pantallas

Entre

titulares

y pantallas

El estudio se ha desarrollado a partir de entrevistas a 800 personas jóvenes residentes en España, con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años.

 

Esta franja de edad se ha escogido por ser el periodo vital en el que las personas comienzan a participar activamente en la vida pública, a formarse una opinión propia y a asentar su relación con el entorno informativo.

La vida ocurre

en el móvil.

Casi 9 de cada 10 jóvenes concentran su día a día en WhatsApp, Instagram, TikTok y YouTube. El 47,6% pasa entre tres y cuatro horas diarias en redes sociales, y solo un 3,3% dedica menos de una hora.

 

Hiperconectados, pero no

necesariamente mejor informados:

la conversación, el ocio y la noticia se confunden en un mismo gesto,

el de deslizar el dedo por la pantalla.

8 de cada 10 jóvenes

se interesan por la actualidad, pero la consumen en scroll.

El 70,3% se informa a través de redes,

el 57,8% por televisión y solo el 17,6%

lee prensa.

Aunque un 60,9% sigue medios o periodistas en redes, 6 de cada 10

admiten quedarse solo en los titulares.

El deseo de estar al día convive con la falta de hábito para profundizar.

Sólo 4 de cada 10 contrastan la información que consumen.

El contraste se hace, en la mayoría de los casos, “a veces” (59%) o “rara vez” (25%). Los buscadores son la herramienta más utilizada (60,8%), seguida de medios de comunicación (39%) y familiares o amigos (36%).

 

La verificación se convierte así

en un acto esporádico más que

en un reflejo cotidiano.

8 de cada 10 jóvenes dicen encontrarse con desinformación a menudo.

TikTok (46,6%) y X/Twitter (20,5%) son las plataformas donde más bulos detectan, seguidas de Instagram (11,5%).

La política y los conflictos internacionales son los temas más afectados.

 

El 70% ha creído alguna noticia falsa y 1 de cada 4 admite haber compartido bulos sin saberlo. La desinformación se ha convertido en un ruido cotidiano asumido como parte del paisaje digital.

La reacción ante los bulos es defensiva, no colectiva.

El 35,8% los comenta con su entorno, un 33,4% los elimina o corrige

y un 31,3% los denuncia.

 

1 de cada 5 no hace nada.

 

La respuesta dominante es

la autoprotección: aislarse del ruido

más que combatirlo.

Descarga el estudio

Un estudio elaborado por:

En colaboración con:

01

Introducción

02

Metodología

03

Entre titulares

y pantallas

04

Lo que se mueve

por dentro

05

Cuando la confianza

se resquebraja

06

Equipo

Descarga el estudio

03

Entre titulares y pantallas

Entre

titulares

y pantallas

La relación de la juventud con la información nace y se desarrolla hoy en un entorno gobernado por las pantallas.

 

Los procesos de socialización, ocio y acceso a la actualidad convergen en un mismo espacio digital donde noticias, opinión y contenido de entretenimiento circulan sin jerarquías claras.

 

A lo largo del bloque se observa cómo los hábitos tempranos, el peso de las plataformas y la dificultad para profundizar condicionan la forma en que se construye su visión del mundo.

La vida ocurre en el móvil.

Casi 9 de cada 10 jóvenes concentran su día a día en WhatsApp, Instagram, TikTok y YouTube. El 47,6% pasa entre tres y cuatro horas diarias en redes sociales, y solo un 3,3% dedica menos de una hora.

 

Hiperconectados, pero no necesariamente mejor informados:

la conversación, el ocio y la noticia se confunden en un mismo gesto,

el de deslizar el dedo por la pantalla.

8 de cada 10 jóvenes se interesan por la actualidad, pero la consumen en scroll

El 70,3% se informa a través de redes, el 57,8% por televisión y solo el 17,6% lee prensa.

 

Aunque un 60,9% sigue medios o periodistas en redes, 6 de cada 10 admiten quedarse solo en los titulares. El deseo de estar al día convive con la falta

de hábito para profundizar.

Sólo 4 de cada 10 contrastan la información que consumen.

El contraste se hace, en la mayoría de los casos, “a veces” (59%) o “rara vez” (25%). Los buscadores son la herramienta más utilizada (60,8%), seguida de medios de comunicación (39%) y familiares o amigos (36%).

 

La verificación se convierte así en un acto esporádico más que

en un reflejo cotidiano.

8 de cada 10 jóvenes dicen encontrarse

con desinformación a menudo.

TikTok (46,6%) y X/Twitter (20,5%) son las plataformas donde más bulos detectan, seguidas de Instagram (11,5%). La política y los conflictos internacionales son los temas más afectados.

 

El 70% ha creído alguna noticia falsa y 1 de cada 4 admite haber compartido bulos sin saberlo. La desinformación se ha convertido en un ruido cotidiano asumido como parte del paisaje digital.

La reacción ante los bulos es defensiva,

no colectiva.

El 35,8% los comenta con su entorno, un 33,4% los elimina o corrige

y un 31,3% los denuncia.

 

1 de cada 5 no hace nada.

 

La respuesta dominante es la autoprotección:

aislarse del ruido más que combatirlo.

Un estudio elaborado por:

En colaboración con: